Bruxismo
Hipótesis Etiológicas
Los estudios sobre el Bruxismo son controvertidos,habiendo asociación con ansiedad estres, depresión, tipos de personalidad, alergias, deficiencias nutricionales ( magnesio, calcio, iodo y complejos vitamínicos), maloclusión, manipulación dental, introducción de sustancias extrañas en la cavidad oral, drogas neuroquímicas, propiocepción oral deficiente y factores genéticos.
www.elbruxismo.comDurante muchos años las teorías sobre la etiología del Bruxismo han tenido grandes oscilaciones.Inicialmente la función periférica de la oclusión dental tuvo un gran período de aceptación y, de hecho, hay aun profesionales convencidos de esta importancia. Entretanto, estudios más recientes se inclinan hacia una explicación global, incluyendo estilo de personalidad del individuo, capacidad de adaptación a las presiones de la vida o inducidas por ella, por el medio psicosocial, por los diversos niveles de reacciones neuroquímicas cerebrales y homeostasia sistémica, estas variables, asociadas a actividades autonómicas del sistema nervioso motor, sustentan las hipótesis actuales del Bruxismo.
De cualquier modo, es válido avanzar las discusiones sobre las interacciones de esas variables y sus correlaciones con los diversos eventos clínicos resultantes. Las necesidades básicas del aparato masticatorio comprenden, la masticación, la deglución y la fonética. Pueden ser referidas también las contracciones de los músculos del cuello, necesarias para la postura estática cráneo cervical, estas constituyen las actividades funcionales. El sistema neurológico es responsable del control de estas actividades, que son realizadas por los músculos sin que haya daños a sus estructuras. Entretanto, otras actividades pueden ocurrir sin propósito funcional, son las llamadas actividades parafuncionales. La característica fundamental de la parafunción es la activación muscular sin ningún control, a veces, intensa y prolongada. Los efectos de estas activaciones son diversos y pueden manifestarse de varias formas, espasmos musculares, mioclonias, enrojecimiento de los músculos masticatorios y posturales, apretamiento y rechinamiento dentario. Morder los labios u objetos, chuparse el dedo, onicofagia, mala postura cráneo cervical, posturas laborales asociadas a instrumentos musicales y otros objetos, entre otras, también son considerados hábitos parafuncionales.
El Bruxismo, actividad parafuncional mas relatada, según el Dorland’s Illustrated MedicalDictionary, (1) Fue descrito en la literatura odontológica al inicio del siglo XX y, desde entonces, esta manifestación viene siendo tema de intensa investigación.7.14.16.35.58.61.62.119.237. Aún así, actualmente, se observa en la literatura controversias al respecto de su etiología, prevalencia, extensiones clínicas y formas de control, análisis de la evolución de estos estudios demuestra que, durante mucho tiempo el Bruxismo ha sido considerado como una manifestación oral poco significativa, evaluaciones y relatos actuales, indican que esta manifestación puede estar asociada a numerosas condiciones clínicas.
Los signos clínicos clásicos derivados de la acción del Bruxismo son: hipertrofias de los músculos masticatorios, desgastes dentarios, fracturas coronarias y radiculares, destrucción de restauraciones y rehabilitaciones. Entretanto, recientemente, surgió una tendencia en evaluar el Bruxismo en un contexto mucho más amplio y que, sus efectos podrían clínicamente extenderse a la musculatura del cuello, hombro, condiciones en general, descritas como distonias. Los efectos del Bruxismo estarían aún, asociados así mismo a la postura de todo el cuerpo, como en ciertas disfunciones posturales y/o esqueléticas. Estas interacciones resultarían, frecuentemente, en factores de riesgo para cefaleas crónicas cervicogénicas y tensionales, fibromialgias y/u otros dolores músculo esqueléticos crónicos.
Alteraciones otológicas, también son frecuentemente descritas en la literatura. Aunque no haya una relación objetiva basada en evidencias, desde muchos años, se acepta alguna correlación entre estas condiciones y alteraciones del sistema cráneo cérvico mandibular_ en general, trastornos en la articulación temporomandibular y parafunciones neuromusculares. Actualmente, diversos estudios discuten posibles asociaciones causa-efecto entre espasmos musculares y sensaciones subjetivas en el oído como, por ejemplo, los zumbidos. Estas asociaciones son descritas como contracciones de músculos adyacentes al oído, en general, secundarias a los músculos masticatorios, directamente afectados en los eventos de Bruxismo, condiciones encontradas en la literatura como mioclonias palatinas.268.269.270.271.272.273.274.275.276.277.278.279.280.281.282.283.284.285.286.287.288.289.290.291.
Otros estudios sugieren que el Bruxismo sea parte de un trastorno psicofisiológico más complejo, relacionado con factores de personalidad y/o trastornos neurocomportamentales, se destaca, cada vez más en los medios científicos la influencia de neurobiología en este tema, principalmente, el papel de los neurotransmisores. La dopamina un tipo de catecolamina, predominante en los mamíferos que presenta, entre otras, la función de inhibir los movimientos espontáneos, podría inducir a comportamientos estereotipados y locomotores. La serotonina, sustancia considerada fundamental en la neuroquímica del equilibrio emocional y del sueño, también tiene su papel en la génesis de los movimientos involuntarios. 37.110.119.120.121.122.124.125.
La Asociación Americana de los Trastornos del Sueño_ entidad de referencia, que establece directrices en los estudios y abordaje clínico de las afecciones del sueño, postuló que el Bruxismo nocturno sería, en verdad, un trastorno del sueño, referido en la literatura actual como Bruxismo del Sueño. (2.58) De hecho, evaluaciones polisonográficas demuestran numerosos eventos de bruxismo durante el sueño, permitiendo identificar alteraciones en su arquitectura básica como: sueño agitado, músculos rígidos, rechinamiento dentario, presencia de micro despertares, sofocos mioclónicos de miembros inferiores, trastornos respiratorios en general, pacientes portadores de mala calidad de sueño y somnolencia diurna. 3.4.5.6.9.10.11.12.13.16.18.19.20.21.23.24.
Por la superposición de muchas de estas hipótesis y la gran variabilidad biológica en la relación, estímulo neural ( reacción muscular ), los distintos conceptos avanzan, pero no están aún totalmente aclarados. De esta forma, es corriente la idea de que un modelo biomédico puro, no sería adecuado para definir el bruxismo. Es ampliamente aceptable la adopción de un modelo etiológico multifactorial que evita la evaluación de condición clínica aislada y se concentra en la identificación y sumatoria de diversos factores y, en la reacción y adaptabilidad de los diferentes componentes del complejo cráneo-cérvico-mandibular.
Una etiología multifactorial implica que varios factores pueden estar envueltos en el mecanismo del bruxismo; su importancia relativa, por lo tanto, varía para cada individuo, esto implica, el identificar y establecer el potencial de estos factores, clasificados comofactores de riesgo. A pesar de estas grandes modificaciones conceptuales, aún existe falta de criterios diagnósticos bien elaborados y de una exacta definición de bruxismo. De esta forma, a medida que, diferentes factores, estén presentes en la base etiológica del bruxismo, en general, envueltos al mismo tiempo, evaluaciones aisladas casi siempre son insuficientes para una definición diagnóstica y abordaje clínico más seguro.
Es importante considerar que la mayoría de los estudios utiliza como principal criterio para su definición los movimientos mandibulares y o rechinamiento dentario. Entretanto, vale recordar que las excitaciones del SNC generan reacciones musculares – que pueden ser intensas, resultando en hiperactividad, como también serán incoordinadas_ la interacción entre aumento de actividad y la incoordinación muscular, puede resultar en parafunción. Su principal efecto, por tanto, es la excitación muscular , tracción o contracción isométrica, sin movimientos, seguida, o no, de contracción isotónica, con movimientos. De esta forma, el abordaje del bruxismo, clínica e investigativa, debe tener como base estudiar su fuente - SNC y su ejecutor de actividades – los músculos, con o sin movimientos mandibulares.
Una vez que varias condiciones clínicas envolviendo el complejo cráneo mandibular y cervical pueden ser asociadas al bruxismo, se vuelve crítico para los profesionales, poseer un extenso conocimiento de la variedad de desórdenes que pueden ser responsables de las manifestaciones. De este modo, se torna ideal una interacción entre los campos de desórdenes neurobiológicos, neurológicos, psiquiátricos, endocrinológicos, reumatológicos, biomecánicos, músculo esqueléticos, y otras que puedan ser identificadas. Una equivocación frecuentemente cometida por muchos clínicos es limitar el proceso diagnóstico a un único factor. Igualmente el grado en que un factor está implicado en una manifestación difiere entre uno y otro paciente. Por este mecanismo, se torna evidente, que todas las modalidades que puedan identificar, interferir y/o controlar las reacciones del SNC que activan el sistema muscular tienen su importancia en el estudio y abordaje clínico del bruxismo.
La literatura demuestra que existen innumerables formas de excitación neural y reacciones musculares; muchos pacientes las presentan en niveles moderados frecuentemente, bien toleradas; otros, en niveles de severidad y, que hay una gran variabilidad de efectos ( objetivos y subjetivos ), de acuerdo con la capacidad de adaptación estructural y funcional de los diversos componentes que pueden estar envueltos. Las condiciones clínicas siguen la misma variabilidad, y de este modo, se pueden explicar lamultiplicidad de hipótesis y, acepar que formas distintas de abordaje deben ser consideradas e indicadas en evaluación de casos específicos.
Dr.Antonio Rey Gil
Tomado en parte del Libro Bruxismo.Editorial Artes Medicas ( artmed)
( Resumen excluida la Bibliografía, traducción no literal del portugués al Español ).
Bruxismo, libro: Dr.Roberto Nascimento Maciel & Dr. Antonio Rey Gil & Colaboradores